Kant y la dimensión ética del Ser Humano


Kant para Estudiantes

Publicado por Emeterio en El Universal el 23 de diciembre de 2007.

Parido ya mi libro Racionalidad y Religiosidad, cimiento de todos mis enfoques, puedo dedicarme a lo que más me interesa: divulgar la filosofía y la reflexión ética, profundizar ese debate con nuestros estudiantes, de pregrado a doctorado¿ ¡¡pero en la calle!! en contacto con los defensores y defensoras de los derechos humanos. Por otro lado, la victoria del 2D preludia ya la Venezuela postchavista. Es decir, un proyecto de país ¡¡que no tenemos!! y que debemos construir. Una tarea que sólo dispone de dos años y que requiere de una ética profunda ¡¡que tampoco tenemos!! Otra razón para dedicarle cada vez más esta columna a la moral.

Un proyecto de país y una reflexión que tienen un punto de partida obligado: Kant, el remate del gran giro copernicano que se dio el pensamiento occidental en los siglos XVII y XVIII y que llevó a un cambio radical en la concepción del hombre y del mundo. El punto de partida que sugerimos para abordar la moral es la diferencia crucial entre la FilosofíaCrítica kantiana y la Filosofía CognitivaContemplativa, dominante durante los 2.000 años anteriores a Kant.

Lo cognitivo alude, obviamente, al conocer. Antes de Kant (y de Descartes) se suponía que fuera de los hombres, había un mundo dado e independiente que podíamos conocer «tal cual era en sí mismo», objetivamente, al margen de nuestros enfoques, conceptos opre-juicios. Se asumía que la conciencia podía reproducir ese mundo, sin que interfiriesen nuestras categorías, emociones, pasiones ¡¡o valores morales!! Por eso, a la filosofía prekantiana o precartesiana podemos llamarla CognitivaContemplativa. Porque se trataba tan solo de conocer una Realidad supuestamente independiente de nuestra subjetividad.

Es contra esta visión ingenua del mundo y del hombre que irrumpe Kant: jamás tendremos una comprensión de la Realidad «en sí misma» o «tal como ella es», porque siempre, inevitablemente, enfocaremos dicha Realidad «a través de» las categorías o esquemas preconcebidos o preestructurados que tenemos en nuestra mente. ¡¡Porque es a través de ese instrumental cognitivo que la Realidad se constituye!! Porque nada ES en sí mismo, sino que todo ES, dependiendo del cristal conque se mire. El punto de partida para comprender la Realidad ¡¡no es ésta, sino el pensamiento!! Kant puso delante los bueyes que desde Platón estuvieron detrás de la carreta.

Hace un millón de años, tal vez nuestra Sensibilidad y nuestro Entendimiento se conformaron a partir de la naturaleza. Hoy, el mundo que vemos y sentimos ya nos viene preconformado por esas dos facultades. Jamás conocemos la Realidad «en sí misma», sino la Realidad prefabricada o Re-presentada por nuestra subjetividad. Es esa fórmula aplastante de Kant que demuele las bases más profundas de la Civilización Occidental: «conocer es juzgar». En lugar de captar la Realidad «en sí misma», objetivamente, lo que hacemos siempre es juzgarla o sea criticarla a partir de nuestra subjetividad. Frente alRealismo Ingenuo de Aristóteles, Kant funda la Filosofía Crítica, una manera de pensar cuya clave es, no el conocer la realidad, sino el juzgarla.

Asuma el amigo lector -los estudiantes interesados y, más aún, los estudiosos de los derechos humanos- como tarea para la próxima semana la siguiente: si todo lo que hemos dicho es verdad para el mundo material ¿cuánto más no lo será para la moral? ¿Qué insondables abismos de relatividad le abrió Kant a la dimensión ética del hombre?

Kant, las Sillas y la Política

Publicado por Emeterio en El Universal el 30 de diciembre de 2007.

La victoria del NO es el preludio de la derrota de Chávez. Es imposible que se sostenga un régimen cuyos ministros ¡o el propio Presidente! vociferan contra el consumismo capitalista sin tener en cuenta el precio exorbitante de la corbata, el reloj o el traje que ostentan. La cara de Pedro Carreño cuando la periodista le hizo la pregunta fulminante, es ya un pedazo de La Caída.

No son viables, estos niveles de inseguridad y desabastecimiento o la regaladera de dólares a otros países. Más temprano que tarde este absurdo va a implosionar, ¡se va a fracturar solito! Para cuando eso ocurra, mejor es que tengamos, si no un proyecto de sociedad -que difícilmente vamos a cuajar en tan corto tiempo- al menos sí, algunas ideas acerca de cómo enfrentar el desastre que heredaremos. A tales fines, reflexionar sobre Kant nunca estará de más.

Mi artículo anterior asomó lo esencial de dicho autor: la diferencia radical entre, por un lado, la filosofía previa a él (y a Descartes), el carácter pasivo o contemplativo del conocimiento que pretendía captar la realidad «tal como ella es en sí misma» y, por el otro, la filosofía crítica kantiana: la conciencia, lejos de ser pasiva es esencialmente activa. Ella, de alguna manera, produce la realidad exterior, que jamás es «en sí misma» sino que viene ya preconstituida por nuestra subjetividad.

Es ésta la que determina, o sea, la que pone lo esencial de la realidad; no el conocerlasino el interpretarlacriticarla y finalmente producirla¡crearla! Todo lo cual estaba ya en Kant, aunque sólo dos siglos más tarde empiece a captarse masivamente, a nivel deautoayuda.

Burlas e ironías

Pero no caiga, por piedad, el lector, el estudiante en general o las estudiosas de los derechos humanos, en las burlas e ironías a las que suelen apelar los críticos de Kant y del subjetivismo: «¿Me vas a decir que estas dos sillas en las que estamos sentados no existen en sí mismas? ¿Crees de verdad que ellas son producidas por nuestra subjetividad? ¿No te da miedo que por un descuido o parpadeo de tu capacidad deproducir tu silla, ésta desaparezca y tú te caigas? ¿De verdad crees que es la conciencia la que crea la realidad?».

Por piedad, no caigamos en tan torpes burlas e ironías. Pensemos más bien que una silla, ¡o una corbata cara! Sólo cobran sentido dentro de una realidad social que no es «en sí misma», sino que es producida por las categorías, sensibilidades e intuiciones humanas. Que -aun excluida la moral- la política, la esfera básica o material que le da forma a la sociedad, no existe de ninguna manera «en sí misma», sino que se conforma a partir de nuestra conciencia activa.

Pensemos que las sillas, los perros, las corbatas y los relojes en la Venezuela de hoy noson «por sí mismos», ni «en cuanto tales», no tienen un ser que esté dado (¡a menos quenosotros decidamos pensarlos en abstracto, al margen del contexto o del todo quenosotros mismos construimos!), sino que su ser depende de las posiciones que asumamos, o sea, de las categorías, percepciones e intuiciones que pongamos en la realidad, esto es, de nuestra indudable capacidad de crear la Venezuela del futuro, de la manera que nosotros libremente escojamos.

Kant es sin duda el antecesor de todos los cursos de autoayuda, porque basta leerlo para descubrir que de verdad podemos hacer de nuestro espíritu, de nuestros sentimientos, pasiones, odios, emociones y valores morales ¡y de nuestro país! Lo que nosotros decidamos.

Kant, la Moral y la Crisis

Publicado por Emeterio en El Universal el 6 de enero de 2008.

Arranca el 2008, año en el que finalmente derrotaremos a Chávez. No por golpes o guarimbas, sino por la insensatez de su Proyecto Comunista. Y es hasta posible que Hugo siga en Miraflores en enero del 2009, pero es obvio que si ese Proyecto es bloqueado, él ya no podrá gobernar. Caerá, no porque nadie lo tumbe, sino por una impactante autorrenuncia. Y hasta cabría pensar en mantenerlo en la Presidencia unos dos años más; lo suficiente para que por fin quede claro que el Comunismo es una utopía inviable y su soporte intelectual, el marxismo, una visión infantil del mundo.

Era obviamente un chiste malo; Chávez no se mantendrá en el poder mucho más allá de este año, ¡así que mejor es acelerar los preparativos para el poschavismo! A todos los niveles, incluida una reflexión sobre la moral y lo endeble de la condición humana. Impulsaremos esa discusión en varias universidades -seis, por ahora- y con mucha modestia la ofrecemos a todo el país.

Mi punto de partida es Kant. Siguiendo a Karl Jaspers, asumo tres grandes fundadores del pensamiento occidental: Platón, San Agustín y Kant. Cada uno de ellos, superación radical del anterior. Porque no se trata -¡hay que decirlo!- de enseñar filosofía como a veces se la enseña, explicando cada filósofo como si lo esencial de sus ideas no hubiese sido superado por sus sucesores. Como si de verdad fuese cierta aquella famosa frase infeliz: que «toda la filosofía occidental son notas al pie de página de las obras de Platón». Como si se tratara, además, de aprenderse lo que cada uno de ellos dijo y no de entender –¡o medio entender!– lo que significa ser humano.

Kant es mi punto de partida, ¡porque él desmonta lo básico de toda la filosofía anterior! Carece de sentido -repito- seguir estudiando Platón como si su pensamiento y el de Kant fuesen paralelos, como si éste no hubiese anulado lo fundamental de aquél. Mi referente es Kant, además, porque habiéndose evidenciado después de él el fracaso indudable delo esencial de su filosofía, habiendo Nietzsche y Heidegger mostrado ese fracaso, quedaba claro que la Humanidad confronta una dramática crisis intelectual, amén de moral; una dolorosa incapacidad para entender lo humano.

Pero, ¿qué es lo esencial de Kant? Sin duda, la pretensión de encontrar en el hombre -y en su pensamiento racional, en la Razón- los fundamentos de la ética: una Ley Moral que sería al mismo tiempo libre y necesaria, optativa y obligatoria. El absurdo total: ¡un deber ser racional! Una tesis cuya única falla fue ubicarla en la Razón y no en la Religión; y con la cual Kant estaba sin duda inaugurando una época en la evolución del pensamiento. Una época muy breve, pero una época al fin. Antes de él, la filosofía había instalado los fundamentos de la moral fuera del hombre: en el topos urano, el motor inmóvil, la naturaleza o la sociedad. Para cuando Kant escribe ya era obvio que todos estos presuntos cimientos externos de la ética eran endebles. Él intenta fundarla en la Razón… y fracasa.

Cien años más tarde termina la Era Kantiana al ponerse en evidencia que la Ley Moralcarece de sentido, ¡que no hay nada ni en la conciencia ni en la Razón que nos imponga una ética! La brevísima ilusión kantiana había terminado y la Humanidad afrontaba una profunda crisis. En el 2008 -en seis universidades y donde quiera que se pueda- para contribuir en algo a la derrota de Chávez, lanzaremos un fértil debate sobre dicha crisis moral.

Kant, la Brocha y el Sofá

Publicado por Emeterio en El Universal el 24 de febrero de 2008.

Duele ver a los intelectuales modernos aferrados a Kant. Y decimos modernos en sentido estricto: aquellos que se quedaron en la Modernidad. Los que aún leen a Rawls. Los que con «razón» rechazan a los Posmodernos, porque éstos no han podido elaborar ninguna nueva filosofía. Pero, al mismo tiempo, los que no comprenden que el punto de partida de Foucault, Vattimo y Derridá es incontrovertible: el fracaso radical de Descartes, Kant y Hegel, en su titánico esfuerzo por comprender al Hombre y a la Libertad. Un fracaso que ¡con toda razón! le abrió las puertas al nihilismo, el irracionalismo, el existencialismo¿ y eldespelote. Ese tonto creer que «se están perdiendo los valores», como si se pudiera perder lo que nunca se tuvo. Porque de Kant pa’trás -incluido él- no hicimos más que «agarrarnos de la brocha», creer que la Virtud o la Justicia podían fundarse en la Razón.

Lo mismo que ahora intentan los Intelectuales Modernos. Sobre todo algunos que quieren darle a la Psicología un estatus científico. «La ciencia ha demostrado que el hombre es por naturaleza egoísta», dicen, sin intuir que esa afirmación es contradictoria con el apego a Kant. Porque éste postuló exactamente lo contrario: el deseo angustioso de que la Razón le imponga al hombre la Virtud. Es esa pregunta final que pretende cerrar la discusión apelando a la autoridad: «¿Por qué crees tú que muchos científicos encuentran su fundamento filosófico en Kant?». Es el cariño profundo por el amigo, que te obliga a tragarte las ganas de decirle: «¡porque no entienden nada de filosofía!».

Pero si hay algo más doloroso que un Intelectual Moderno, es un Filósofo Moderno, uno que todavía se aferre a la Modernidad. Los que ya saben que Kant fracasó, pero se agarran de la brocha, es decir, del pobre Hegel. Los que se niegan a aceptar que el siglo XIX volvió papilla al pensamiento de este buen hombre.

Eduardo Vásquez, en el Tal Cual del 07/02/08, dice cosas tan tristes como éstas: «El racionalismo kantiano tomó como productor de las leyes morales, al sujeto individual. De allí su limitación: querer convertir en legislador al individuo aislado. Los filósofos posteriores percibieron esa falla y buscaron otro sujeto que no fuera la razón individual. El más coherente es Hegel. La razón, según él, es una fuerza impersonal que actúa a través y mediante los individuos ¡sin que éstos tengan conciencia de ello! Pero la razón es libertad y por ello se mueve a sí misma y no es movida por la causalidad» (las cursivas son nuestras). ¿Por qué Eduardo no le dirá a sus lectores y esta Venezuela nuestra, tan atrasada intelectualmente, que no fueron todos «los filósofos posteriores a Kant los que buscaron otro sujeto», sino sólo algunos, entre ellos, Hegel. Y que después de él, Kierkegaard, Schopenhauer, Nietzsche, Heidegger y Wittgenstein liquidaron la noción de sujeto. ¿Por qué no acaba de aceptar, profesor, que la Razón es exactamente lo contrario de la Libertad? Que aquélla sólo puede «deducir conclusiones necesarias -apodícticas- a partir de premisas rígidamente estructuradas». Deducciones que: o se nos imponen de manera inapelable ¡o no son racionales! ¿Por qué no acaba Eduardo de aceptar que Occidente vive una crisis profunda, no por culpa del Irracionalismo -es decir, no por culpa del sofá o del mensajero– sino por culpa o, más bien, como consecuencia, del fracaso de la razón y de la Modernidad. De todas estas cosas ¡pero mucho más sencillitas! hablaremos en el curso de Altamira, que se inicia este miércoles.

2 pensamientos en “Kant y la dimensión ética del Ser Humano

  1. Tomasa Rodríguez Reyes dice:

    Buenas tardes, quiero conectarme con el c. EMETERIO GOMEZ, por el artículo que publicó, «Kant y la dimensión ética del ser humano», para pedir su autorización para que pueda ser utilizado en una antologia con fines educativos, yo soy una maestra del Instituto Tecnológico de Villahermosa, en el estado de Tabasco, les agradeceria me pudieran apoyar para integrar este artículo a mi trabajo, dándole el crédito a quien escribió este articulo, sin otro particular me despido de ustedes, esperando su respuesta, gracias de antemano por el apoyo que me puedan brindar.

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